La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más.
(DR.JONAS SALK)
Este es Mathís. Aquí le vemos concentrado en su tarea, poniendo su máxima atención, y tratándola con cuidado para que le quede bien.
Se trata de un esquema explicativo sobre los diferentes tipos de crustáceos marinos que hay. Información que es valiosa para nuestro grupo, ya que estamos investigando sobre el fondo del mar.
Pero eso no es lo importante… Lo realmente importante es la mirada que Mathís le da.
Y aquí me veo yo, como maestra y a la vez como alumna … Mirando, escribiendo, aprendiendo, probando, intentando que mi trabajo tenga un sentido, que quede bonito, que se entienda…
Él investigó en casa, sus padres le ayudaron, nos trajo la información, y la explicó a sus compañeros y compañeras.
Lo hizo orgulloso y reclamando el momento de atención que le correspondía.
Los demás escucharon y le hicieron preguntas, de forma abierta, sin temores; Mathís contestaba de forma tranquila, resolviendo dudas.
Se sintió importante, como lo que realmente es. Todos y cada uno de ell@s son IMPORTANTES.
El siguiente y último paso consistía en hacer que su trabajo perdurara en el tiempo, mientras durase nuestro proyecto. Para ello lo coloca en nuestro mural sobre los «tipos de animales marinos»…
… Piensa dónde lo tiene que colocar, invierte un segundo, pone pegamento por toda la superficie, y lo pega…
… Pero algo ocurre que no le convence: tiene una esquina despegada.
¿Qué ocurrirá si no lo arregla?
¿Lo pondrá bien otra persona?
No lo va a averiguar. ¡Ni hablar! Es su trabajo, su esfuerzo y quiere dejarlo perfecto.
Así que concienzudamente lo arregla.
Un poco de pegamento por aquí…
Un poco por acá…
Ahora sí. Ya le ha quedado como a él le gusta.
Este mural lo tenemos en la entrada de clase, y todos los días al entrar y al salir los niños y las niñas se paran, lo ven, recuerdan quién trajo cada foto, repasan lo aprendido, comentan las curiosidades que más les gustó …
… Y la hoja de Mathís sigue ahí bien pegada.
«El trabajo duro tiene su recompensa. Si quieres ser bueno, tienes que practicar, practicar y practicar. Si no amas algo, entonces no lo hagas.»
(Ray Bradbury)